Windows 7 es en muchos aspectos similar a Vista, pero la principal diferencia, es que no te enfada cuando lo usas, no hace peor tu ordenador, funciona. Hecho público por primera vez el pasado mes de octubre en un encuetro con desarrolladores, Microsoft empezó a ofrecer la primera versión en pruebas de su sistema operativo el pasdo viernes. La prueba tenía un límite: 2,5 millones de descargas.
Pero la demanda superó con creces a la oferta, acabó derribando los servidores de la compañía y forzando a esta a abrir a todos los internautas la posibilidad de descargar e instalar el software. Esto es lo que se encontrarán quienes se lancen. El nuevo sistema de Microsoft mantiene las mejoras en seguridad incorporadas por Vista, y le añade un manejo mucho más simple y un interfaz más vistoso e intuitivo.
Explorador de archivos
Sigue sin ofrecer menús completos como en Vista, y muestra accesos directos al Escritorio, Descargas y Archivos Recientes, además de bibliotecas de documentos, música, imágenes y vídeos.
Alertas de seguridad
Las alertas de seguridad procedentes de una decena de fuentes dentro del propio sistema operativo se han unificado en un mismo centro del control, lo que reduce las molestias para el usuario, que ahora puede decantarse por uno de los cuatro niveles de seguridad disponibles: recibir todas las alertas, sólo cuando los programas intentan hacer algún cambio, lo mismo pero sin bloquear la pantalla, y no dar ninguna alerta.
Gestión de redes
El nuevo sistema incorpora un nuevo gestor de Grupos de Trabajo que facilita la puesta a disposición en red de recursos, documentos y dipositivos. El gestor de redes inalámbricas se ha simplificado.
Velocidad
La impresión generalizada de estas primeras horas con el sistema operativo es que Windows 7 es más rápido que Vista y aprovecha los recursos del ordenador mucho mejor que su hermano mayor.
Menú de Inicio
Se parece enormemente al de Vista, con un buscador que permite acceder rápidamente a todos los programas y archivos, y una lista de accesos directos a la izquierda que muestra los documentos y aplicaciones que utilizas de forma más habitual.
Los iconos de la barra de tareas
Las aplicaciones se muestran sólo con su icono, sin texto que las acompañe, en la parte inferior del escritorio de Windows. Aquí aparecen tanto los accesos directos a programas que seleccione el usuario como los programas activos o en ejecución. La diferencia entre ambos es muy muy sutil, casi imperceptible.
Miniaturas de los programas
Cuando pasas por encima de los iconos de la barra de tareas, estos emiten un pequeño destello. Pero si la aplicación a la que hace referencia el icono está en ejecución aparecerá sobre él una miniatura de la ventana del programa, con lo que es ahora más fácil saber que hay en todas las ventanas que tienes abiertas.
¿Qué hay en cada ventana?
Cuando son varias las ventanas de una misma aplicación (varios navegadores al mismo tiempo por ejemplo), se despliegan todas las miniaturas sobre el icono. Si son demasiadas para el ancho de la pantalla, las miniaturas de las ventanas son sustituidas por una lista. Además, en algunas aplicaciones como Internet Explorer 8 se muestra también una captura diferenciada para cada una de las pestañas. Por último, cuando pasas el ratón por cada una de las miniaturas, se muestra la ventana a la que corresponden en pantalla completa.
Organízate como quieras
Los iconos que representan a los programas en la barra de tareas pueden organizarse al gusto, independientemente del orden en el que hayas abierto las aplicaciones. Sólo tienes que pulsar y arrastrar.
Inteligencia en la barra
Los iconos de la barra de tareas son además algo más inteligentes que en Vista. Pulsa con el botón derecho sobre ellos y accederás a un menú que, como mínimo, ofrece la posibilidad de crear un acceso directo en la barra a esa aplicación, eliminarlo si ya existe, o cerrar el programa. Para algunas aplicaciones, como Messenger o Windows Media, se ofrecen opciones adicionales, como el control de la reproducción de un vídeo o la gestión del estado de nuestro usuario de mensajería instantánea. Los desarrolladores de software pueden implementar estas funcionalidades para sus programas.
Área de notificaciones
La zona del escritorio situada justo a la izquierda del reloj ha sido rediseñada por completo. Allí se muestran tradicionalmente los iconos de algunos programas que en lugar de minimizarse en la barra de tareas lo hacen en esta área. En Windows 7, quedan ocultos totalmente, y para desplegarlos hay que hacer un clic de ratón. El interfaz queda así más limpio. El botón que permite minimizar todas las ventanas para ver el escritorio (Ctrl+D) se desplaza ahora a la derecha del ratón.
Gadgets sin barra
Desaparece la barra que reunía a todos los gadgets o widgets (pequeños programas) en Vista. En Windows 7 estas aplicaciones en cualquier lugar por defecto, flotando sobre el escritorio.
Trabajo con ventanas
Windows 7 realiza acciones diversas con las ventanas dependiendo del movimiento que realices con ellas. Haz clic, sobre la barra de título de una de ellas, arrástrala hacia la parte superior de la pantalla y se maximizará automáticamente, muévela a derecha o izquierda y se redimensionará para ocupar exactamente esa mitad de la pantalla. De esta forma, puedes por ejemplo ver dos páginas web al mismo tiempo. Aparecen además los atajos para maximizar (Tecla de Windows+Flecha Arriba) y minimizar (Tecla de Windows+Flecha Abajo) ventanas.
Problemas detectados
Como toda versión en pruebas de un software, sobre todo siendo la primera, Windows 7 tiene errores que deberán ser subsanados en los próximos meses. Entre los detectados hasta ahora se encuentra un problema en la reproducción de archivos MP3 o la instalación de iTunes en sistemas de 64 bits.
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